«La otra noche soñé que nos encontramos de casualidad, de repente te miré y no sabia que hacer si, correr a esconderme o correr a abrazarte. Sentí miedo la verdad, (pensando que tanto que tengo que decirte y no aprovechar los sueños en que te apareces) pero solo nos mirábamos y nos reíamos. Esa sonrisa tan tuya, en fin espero soñar otra vez lo mismo, te prometo solo abrazarte y besarte, así sin decirnos nada.»
Es verdaderamente increíble y maravilloso encontrarse con una de las personas a quien admiras y aprecias con tanto afecto que a veces las palabras no bastan para describir tanto, pero lo más sorprendente es que después de un sueño con ésta aparezca, haciendo la fantasía realidad...
Ésta noche me volví a ver reflejada en aquellos ojos cafés que aún me quitan el sueño y volví a escuchar las palabras que me quitan el aliento.Hace más de dos años que no sabía nada de mi ser más querido, y hoy me regaló la mejor caminata bajo la lluvia, llena de risas y recuerdos. El encuentro fue totalmente casual; me miró, lo miré, nos quedamos mirando fija y detalladamente hasta que lo reconocí y simplemente sonreí. «-Reconocería esa sonrisa en cualquier parte...Alba-», un escalofrío recorrió mi cuerpo y el impulso de correr a sus brazos una ve más no logré controlar. Un abrazo y un cálido beso me hicieron la noche, la grata noticia de tenerlo una vez más tan cerca de mí causó furor.
Ahora espero ansiosa mi próximo encuentro con el único hombre que aún después de tanto tiempo sigue robándome suspiros y uno que otro beso con sabor «te extrañé». En éste preciso momento lo único que ronda por mi mente es que «A veces sólo recordamos lo que nunca sucedió.»
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