viernes, 9 de agosto de 2013

Café de la mañana.

*Ruedo de la cama y el primer pensamiento, el mejor pensamiento: cafeína. La cafeína me hace feliz...*

Siete treinta de la mañana, suena el despertador anunciando el inicio de un nuevo día. Me dirijo hacia la cocina y la cafetera como todas las mañanas lista para darme los buenos días.

Regreso a la habitación y mi amado esta aún en los brazos de Morfeo, luce tan indefenso y delicado...SUMISO diría más bien, me fascina verlo dormir. Hay algo en él que hace que el espectáculo sea mucho más interesante, o a caso será que ver a tú pareja descansar placenteramente es una experiencia como pocas. Me siento en el sofá de la habitación par a contemplarlo mejor, escucho detenidamente tu respiración que es como una melodía que aleja por unos instantes todos mis demonios, rueda y veo su espalda, ese lunar tan peculiar que tiene es fantástico.

Poco a poco el sol inunda la habitación y cubre lentamente su cuerpo, desde la punta de los pies hasta llegar a su ojos aún cansados, esboza una sonrisa tímida acompañada de un "buongiorno principessa!"

Me acerco cautelosamente hacia su rostro y beso castamente esos labios que me hacen delirar... -Buongiorno, ¿café? - pregunto amablemente y le tiendo la taza de la que bebía.
Bebe placenteramente y el cuarto de llena del dulce aroma de mi bebida preferida. No hay nada más placentero por la mañana para mi que una taza de café y buena compañía para comenzar bien el día.

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